
Las fiestas pueden disparar nuestro hambre emocional
El hambre emocional viene no cuando nuestro estómago esta vacío, sino, por motivos emocionales.
Por ejemplo, sentimientos como el estrés, la pena, los nervios… nos pueden hacer comer para intentar tapar esas emociones.
Te dejamos algunos consejos para evitar la ansiedad por comer, poder controlar esa hambre emocional que tenemos en estas circunstancias y evitar consolarnos y refugiarnos en la comida.
- Dormir bien y levantarte descansada.
- Hacer deporte de forma regular, siempre adaptado a tus posibilidades.
- Mimarte con pequeñas cosas, desde un masaje hasta un baño caliente pasando por una charla con amigas.
- Buscar ratos para ti, para hacer las cosas que más te gustan.
- Y, si nada de esto funciona, y necesitas más ayuda, no dudar nunca en pedirla.
Aprende a gestionar tu alimentación y emociones estas navidades.
En las fiestas, son muchos los motivos que pueden afectar a nuestras emociones, la falta de algún ser querido, alguna discusión familiar, el estrés de los preparativos… todos estos sentimientos pueden desatar el hambre emocional.
Tenemos que aprender a diferenciar el hambre emocional del hambre real, ese hambre que sentimos cuando tenemos apetito, cuando nuestro estómago está realmente vacío.
Como os comentamos, las fiestas navideñas pueden suponer en muchos casos una fuente de estrés y tensión que hacen que perdamos el control y comamos en exceso. Muchas situaciones de estrés o ansiedad se dan debido a que son fechas en las que predominan las grandes comidas, los dulces y los excesos, que hacen que nos obsesionemos con pensamientos del tipo:
- No puedo comer de nada, si no, todo el esfuerzo realizado hasta ahora no valdrá para nada.
- Bueno, comeré de todo, total es una vez al año.
- Dejo mis revisiones de la dieta a un lado, ya vuelvo después de Navidad.
Practica el autocontrol
Intenta practicar el autocontrol y evitar ser demasiado extremista, debemos buscar un punto intermedio, no permitirnos ni si quiera probar el turrón, o de lo contrario pensar, bueno no pasa nada, es una vez al año, y comerte la tableta de turro entera, debemos buscar ese punto que nos permita estar a gusto con nosotros mismos. Todos estos pensamientos nos pueden desencadenar sensaciones de frustración y enfado, que nos hacen terminar pensando que cuidarse y llevar una alimentación saludable, es algo muy duro y difícil, y que no merece la pena el esfuerzo. Llevándonos a olvidar todos nuestros hábitos saludables y tirarlo todo por la borda. De esta manera terminas viviendo las Navidades con mucha presión y sientes un mayor deseo por los alimentos que te estás prohibiendo lo que puede hacer que pierdas el control en algunas ocasiones.
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Debemos normalizar que durante estos días haremos una sobreingesta de alimentos, pero siempre siendo conscientes de ello y disfrutando del momento, de compartir la mesa con los nuestros, con las personas que queremos, siendo conscientes de que estamos comiendo de más, pero no para tapar nuestras emociones y ocultar nuestros sentimientos. Sabemos que vamos a comer más de lo que nuestro cuerpo necesita, entendiendo que comer de más en estos días tiene su sentido, y por eso tenemos que ser mas conscientes de lo habitual para tomar decisiones coherentes. Los alimentos que más predominan en estas celebraciones son alimentos muy palatables, que hace que nuestro cerebro segregue dopamina, que es la hormona relacionada con el placer, es por ello que es muy importante que durante estas fiestas te permitas el placer de disfrutar de cada plato, sin olvidar que lo importante es deleitarse con los alimentos.
Debemos buscar un punto intermedio, que nos permita estar a gusto con nosotras mismas.